En Windows 8 y anteriores, si no activábamos Windows, este desactivaba muchas funciones del sistema operativo, a tal punto que se hacía inservible y nos obligaba a comprar una licencia o bien (la mayoría, seamos honestos) buscábamos sistemas de activación "alternativos"…o sea…que lo pirateábamos.
Desde Windows 10, Microsoft cambia radicalmente sus políticas al respecto y si bien tendremos algunas restricciones que comentaremos luego, el sistema operativo seguirá funcional casi al completo aun sin tenerlo activado.
Durante la instalación de un Windows limpio, llegará un punto en el que se nos solicitará una clave de activación. Debajo del cajetín donde deberíamos escribir la clave, nos encontraremos con una opción en texto que nos permitirá dejarlo en blanco y continuar con la instalación. Esto se hace así para permitir instalar Windows y activarlo más tarde (puede que aún no tengamos una clave comprada, o no la recordemos en ese instante).
Una vez instalado Windows, podremos usarlo sin ningún tipo de restricciones durante 30 días. Durante ese periodo, en la pantalla de Configuración se nos advertirá que nuestro Windows no está activado, pero no habrá ningún tipo de restricciones para usarlo.
Transcurridos esos 30 días, se nos mostrará un mensaje en la esquina inferior derecha de la pantalla indicándonos que estamos usando un Windows sin activar y nos anima a activarlo.
Este mensaje aparecerá tanto en el Escritorio de Windows como encima de cualquier aplicación. Solo desaparecerá si ejecutamos alguna aplicación a pantalla completa (como un juego o si usamos el navegador de internet a pantalla completa, por ejemplo)
Es una molestia, pero no merma la funcionalidad del sistema operativo.
También se mostrarán mensajes en varios puntos del panel Configuración indicando que es un Windows sin activar y nos dará enlaces para entrar en las pantallas de activación.
En cuanto a las restricciones, en un Windows sin activar no podremos configurar prácticamente ninguna opción de personalización del sistema. No podremos cambiar el fondo de pantalla, ni las pantallas de bloqueo, colores, cambiar de tema, el menú Inicio, etc…
Con el fondo de pantalla, sin embargo, tenemos un pequeño truco con el que podremos cambiar el fondo de escritorio…usando la aplicación Fotos. Desde ella podemos seleccionar una imagen y usarla como fondo de escritorio.
Es un poco molesto no poder acceder a estas opciones, pero en realidad tampoco esto merma las funcionalidades del sistema operativo.
Podremos instalar y usar cualquier programa o aplicación, acceder a la tienda de Microsoft e instalar aplicaciones.
Es posible que queden desactivadas algunas opciones o herramientas menores integradas…nada que realmente haga que no podamos usar Windows casi casi de forma normal.
Con todo esto, aunque no activemos nuestro Windows 10, tendremos algunas molestias visuales, pero seguiremos disfrutando de un Windows perfectamente funcional y sin grandes restricciones.
Puede que con el tiempo, Microsoft decida cambiar estas políticas de uso, pero aparentemente no se le ven intenciones de modificarlo dado que su mayor propósito es que Windows sea el sistema operativo más usado del mundo aun sin licencia….incluso me atrevería a decir que aunque sean Windows pirateados. Desde hace ya mucho tiempo, la venta de su sistema operativo no es precisamente su mayor fuente de ingresos.
Las imágenes de este artículo fueron obtenidas de:
https://comofriki.com/instalar-windows-10-sin-clave-de-producto/
https://windowsaplicaciones.com/
https://winphonemetro.com/2015/08/windows-10-pirata-limitaciones-windows-10-sin-activar
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