Ya es oficial, el 5 de Octubre se lanzará la versión final de Windows 11…aunque ya sabemos que significa "versión final" en el mundo de Windows. Una versión a medio fabricar. Esta versión final se entregará a montadores de equipos, usuarios mediante Update y mediante ISOs desde sus servidores.
Ya sabemos también que los principales requisitos para instalarlo siguen siendo muy estrictos y complicados de cumplir para la gran mayoría de usuarios. Aunque ha reculado en cierta medida, tan solo ha reajustado un poco esos requisitos en cuanto a procesadores compatibles…poca cosa y que no soluciona mucho o nada la situación.
El famoso requisito de contar con el maldito TPM 2.0 sigue siendo el obstáculo para la mayoría de equipos actuales en funcionamiento y en ese sentido Microsoft sigue sin ceder.
Lo que ha sido una novedad…y realmente no tanto porque es una situación que ya habíamos predicho muchos…es que Microsoft ha aceptado que los equipos no compatibles también podrán instalar Windows 11…pero con advertencias. Los equipos no compatibles podrán instalar Windows 11 mediante ISO, manualmente. Pero no podrá usarse para actualizar, sino que tendrá que ser una instalación en limpio. Además no dispondrás de soporte técnico porque si tu equipo no es oficialmente compatible, Microsoft no se hace responsable y su instalación corre exclusivamente bajo tu personal riesgo. Tampoco recibirás actualizaciones de seguridad y no se hace responsable si hay problemas con controladores de terceros (¡¡vaya novedad!!! como si los updates de controladores actuales no dieran problemas ya)…o sea…si decides instalar Windows 11 en un equipo declarado no compatible…te quedas solo.
Lo que más podría hacernos dudar en actualizar o no es la amenaza de no obtener actualizaciones de seguridad. Podremos volver a reinstalar Windows 11 a medida que salgan nuevas versiones a través de sus correspondientes ISO de forma manual…pero parece que deberá ser una instalación en limpio siempre.
Pero recordemos quien es Microsoft y el poder de sus palabras desde hace décadas completas…no tienen valor alguno. Siempre amenaza, dice, promete…pero al final pasa lo que deba pasar independientemente de sus palabras. Prometió que NUNCA JAMÁS volveríamos a ver un Windows más allá de Windows 10…y estamos a días de ver un nuevo Windows y a 4 años de dejar de tener soporte al actual Windows 10…prometió que Windows 11 tendría soporte completo para apps Android…podríamos ejecutar aplicaciones de Android directamente en un emulador integrado…Sigan esperando, porque ya ha dicho que no lo veremos en este primer lanzamiento de Windows 11 y no lo veremos al menos hasta finales del próximo año…si las cosas van bien…algo que todos dudamos.
Estoy casi seguro que en lo de las actualizaciones al final cederán…todo depende de los equipos no compatibles que terminen por instalar Windows 11. Dudo mucho que dejen un parque de equipos grande en riesgo y susceptibles de infectar a millones de otros equipos. Algo similar trató de hacer en su día con Windows XP con la disculpa de detener las instalaciones pirata…y las serias advertencias de las compañías de seguridad hicieron ceder y recular al gigante de Redmond.
Aparte de que me da la impresión de que habrá quien desarrolle un sistema que "engañé" a los servidores de verificación de Windows para que crea que cumplimos todos los requerimientos y poder acceder a los updates…algo similar al servidor KMS falso que se instala en algunos equipos con licencia pirata.
Ahora responderé a la pregunta del enunciado de este artículo…¿Voy a cambiar mi actual Windows 10 por el nuevo Windows 11?
No creo. Al menos no en primera instancia. Posiblemente lo instale en virtual para darle un repaso y verificar que no me dé problemas y que mis actuales aplicaciones funcionan de forma correcta…y tiempo…darle tiempo y oportunidad a dejarse querer…porque lo que he visto en las últimas versiones Insider que me probado…la verdad…me ha gustado, pero no me ha impresionado lo suficiente.
Por vez primera desde que uso Windows (y soy de los veteranos fieles) un nuevo Windows no me emociona, no me impresiona ni me dan ganas de cambiar.
El tener ventanas con esquinas redondeadas no bastan para convencerme.
El nuevo menú de Inicio rescatado del fallido Windows X no me convence. Ya sé que todo depende de acostumbrarse, pero es demasiado novedoso como para que me guste a la primera.
Veo demasiado espacio en blanco ocupando precioso espacio inútilmente. No permite personalizar casi nada. No puedo agrupar ejecutables en carpetas o contenedores temáticos…algo que me encanta en el actual menú de Inicio de W10 gracias a sus baldosas…odiadas y amadas casi a partes iguales, pero que a mí me ayudan a organizarme.
El centrado de la barra de tareas no me aporta nada en especial y no permite recolocarla…solo poner el menú a la izquierda o centrarlo.
Esos paneles de widgets falsos con noticias y otros elementos muy inútiles son poco menos que decorativos y no aportan más funcionalidad que el horroroso panel de Noticias e intereses de Windows 10.
No podemos anclar aplicaciones arrastrando los accesos directos a la barra de tareas como hacemos ahora y aunque es posible anclarlas…hay que hacerlo a través de clics en menús y submenús.
Ya no se pueden agregar eventos al Calendario anclado.
Me ha gustado el nuevo panel de Configuración. Más limpio, fácil y agradable…pero seguimos teniendo que usar el sempiterno Panel de Control para algunas cosas.
El "nuevo" Explorador de archivos tiene una buena lavada de cara…pero no aporta características nuevas…simplemente tiene una interfaz algo diferente que nos obligará a experimentar para saber dónde están ahora las mismas cosas que ya teníamos antes.
Lo más decepcionante es la ausencia de la prometida compatibilidad con Android…eso sí sería una verdadera novedad y no simplemente un nuevo papel tapiz para la misma habitación.
Haber…no quiero ser tan negativo…este Windows 11 me ha gustado en líneas generales…gráficamente tiene mejor aspecto y reconozco que han hecho un esfuerzo por homogeneizar la mayoría de los gráficos (aunque aún quedan remanentes de viejas glorias por ahí)…pero no es la revolución prometida…muchos de sus cambios podrían perfectamente haberse implementado en el actual Windows 10 sin necesidad de encabronar a millones de usuarios que nos emocionamos y nos decepcionamos luego, en especial con esos requerimientos. Algunos dirán que esa situación ya pasó en el pasado con Windows XP o con Vista…sí, pasó y que poco o nada aprendió Microsoft de esa experiencia.
En definitiva…todos los que tengan equipos compatibles y actualicen a Windows 11…no me van a dar envidia alguna.
Un saludo y sean felices como perdices.
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