¿Nostalgia del Windows MovieMaker?...prueba MiniTool MovieMaker

Windows Live Movie Maker, más conocido simplemente por MovieMaker, fue (y aun es) un software gratuito pero de código propietario de Microsoft para la edición de vídeo.


Inicialmente era un software que formaba parte de un pak de aplicaciones extra llamado Windows Live (posteriormente Windows Essentials) que se podía descargar desde la misma Microsoft. Actualmente no es posible conseguirlo de manera oficial.

Apareció al público en el año 2000, junto con Windows Millenium, recibiendo a lo largo del tiempo y sucesivas versiones de Windows una serie de mejoras. En sus últimas versiones ya no se integra de serie en Windows y pasa a formar parte de las llamadas Windows Live Essentials.

Desde el 2012, Microsoft abandona su desarrollo y en el 2017 definitivamente lo elimina de las descargas de sus servidores.



Muchos añoran este vetusto pero simple editor de video por muchas razones…era gratuito, era muy sencillo de manejar y para entornos poco exigentes y domésticos era excelente.

De la mano de la compañía de desarrollo MiniTool, nos encontramos con este MovieMaker que en muchos aspectos nos hace recordar el mítico MovieMaker de Microsoft.

Tiene lo básico del de Microsoft…o sea, sencillez desbordada y gratuito para uso personal y no comercial.

Pero este nuevo Moviemaker añade muchas mejoras y extras que ni en sueños podíamos contar en el viejo. Como compatibilidad con los formatos de archivo más comunes y actuales, codificación H.264 o herramientas de edición básicas y sencillas, pero potentes.

Para un uso casero y rápido es más que suficiente para la mayoría de usuarios.


Es tan sencillo de manejar, que el hecho de que no esté traducido al Español (solo disponible en Inglés) no dificulta mucho su uso.

No esperemos grandes alardes tecnológicos ni florituras que podemos encontrar en otros editores más "profesionales". Su máxima es la sencillez.

Por eso nos vamos a encontrar con una línea del tiempo con una sola pista de video, una de texto y otra de audio, aunque tiene una buena colección de efectos, transiciones y textos suficientes y de muy buena calidad….todo ello configurable.



Como ya dijimos, tiene compatibilidad con los formatos de video, audio e imagen estática más usados en la actualidad, así como la opción de ajustar el trabajo final a algunos ajustes predeterminados de dispositivos como teléfonos o tablets.



Además integra una serie de plantillas para los que no queremos editar mucho y partir de un trabajo ya a medio hacer…simplemente elegimos una plantilla y el video al que se le va a aplicar y el programa hará el resto por nosotros…aunque siempre podemos reajustarlo un poco más fino de forma manual después.



La resolución máxima final es de 1920x1080…más que suficiente para entornos caseros.



Aunque los requisitos recomendados son un pelín altos (un i5, 8GB de RAM, Intel HD Graphics 500, 10 GB de espacio en disco, SSD recomendado…) puede trabajar en entornos más modestos, aunque ya saben que a mejor máquina, mejor rendimiento.


Reitero que este editor de vídeo está diseñado con la sencillez por bandera y como un homenaje al desfasado MovieMaker de Windows y para cubrir el espacio que dejó su retiro…así que los puristas y los auto proclamados "profesionales" igual se les hace muy limitado…pero para un uso doméstico, estoy seguro que hará las delicias de más de uno.


Bye…



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