…y, sin embargo, se mueve

 

Hace unos días publicaba en el blog un artículo donde explicaba  muy por encima el problema que tendrán algunos dispositivos obsoletos con el acceso a Internet a finales de Septiembre. Usé un título llamativo, sensacionalista…no era un título farsante, pero sí un pelín tacaño en información y desde luego incompleto acerca de la temática expuesta en el artículo…quería llamar la atención.


 

En el artículo en sí se aclaraba el tema y dejaba claro que el enunciado no representaba el contexto completo. Es muy complejo tratar de resumir un artículo en una frase corta…así que a veces se peca de incompleto, rayando el sensacionalismo en ocasiones. Pero recordemos que el título no es la noticia sino el vehículo de atracción.

La envoltura de un caramelo se diseña para atraer consumidores, no define si está rico o no.

 

Digo todo esto porque me resultó curioso e incluso sintomático que en los dos comentarios que tuvieron la atención de dejar, les llamase más la atención el título que el resto del artículo.

 

El uso intensivo de aplicaciones del tipo red social, "tuiteres", "tik tokes", "instagramates", etc… donde la información se conforma en la mínima expresión ha hecho que ya muchos crean que son los titulares los que informan…estamos perdiendo la capacidad de leer más de un par de líneas…estamos chupando envolturas y creemos que ese es el sabor del caramelo.

 

No lo digo como crítica, sino como observación. Desde tiempos inmemoriales siempre se ha tratado de reducir la información a su mínima expresión. Los titulares sensacionalistas se han usado desde siempre para atraer lectores, pero es el contenido de los artículos o reportes de noticias los que contienen la verdadera información y los datos que nos permitirán estar informados, en mayor o menor medida, pero informados…o mal informados…que de todo se escribe. Los titulares solo son un mero reclamo.

Un titular no deja de ser simplemente un resumen extremo del tema que se tratará en un artículo…y como todo resumen a esos niveles se corre el riesgo de ser excesivamente crípticos o extremadamente incompletos.

 

Y eso era el título de ese artículo que tanto llamó la atención, un resumen donde la información que lo completa es el mismo artículo…sin la lectura del artículo, el título no pasa de ser un envoltorio de colorines de un misterioso caramelo.

 

Igual yo pertenezco a una época donde los conocimientos y la información se obtenía leyendo artículos, libros, desplegados…y donde los titulares no eran más que un sistema de selección. Puede que las nuevas generaciones estén cambiando el sistema de obtención de datos….a base de imágenes meméticas, titulares, videos de 6 minutos…

Repito que no lo digo como crítica, solo comparto mis observaciones.

 

Hace unos días, en The Verge (multimedio estadounidense de noticias tecnológicas) se hacía notar el desconcierto de muchos profesores de ingeniería que tenían problemas para comprender como sus alumnos entendían el ordenamiento de la información. Para los profesores, la forma natural para ordenar archivos y documentos en sus computadoras era a través del sistema de ficheros…esto es, la creación de carpetas y subcarpetas donde almacenar los documentos.

Uno de los casos expuestos en este estudio describía como algunos alumnos de ingeniería, capaces de solucionar los más complejos ejercicios de algebra y capaces de manejar un radiotelescopio como si fuese una consola de video juegos…en un momento dado no sabían encontrar un documento que su profesor les había enviado de forma electrónica. El servidor del centro estudiantil falló y no era posible acceder a los documentos en línea. El profesor les preguntó que no había problema…¿Dónde guardaron el documento…en que carpeta? les preguntó… A lo que los alumnos respondieron con miradas de desconcierto sin saber a lo que se refería. El profesor entendió el problema cuando notó que los alumnos usaban estrictamente el buscador de la aplicación que usaban para su trabajo y que los escritorios de sus computadoras eran un sinfín de iconos sin orden alguno.

No ordenaban…dejaban que las propias aplicaciones usasen los directorios por defecto sin saber exactamente a donde iban a parar los archivos. Si querían encontrar un determinado documento…simplemente usaban el buscador y este les devolvía el resultado.

Profesores y alumnos entendían el manejo de la información de modos totalmente diferentes.

El profesor, para encontrar un documento acudía a abrir la carpeta raíz, ahí abría la carpeta temática del tema del documento, luego la carpeta de la fecha de almacenado…algo que explicado así pudiese parecer a las nuevas generaciones que es algo primitivo e incomprensible…pero que ha funcionado desde el principio de los tiempos informáticos.

Los muchachos que nacieron sin conocer los teléfonos de baquelita, los discos de vinilo o los cassetes o cintas perforadas usan otra forma para encontrar la información. Usan principalmente buscadores. No ordenan…simplemente dejan que los programas, las IA y los buscadores hagan el trabajo. Es como si tuviesen en una misma caja, revueltos, los zapatos, las camisas, los pantalones y para encontrar la camisa verde y los zapatos colorados….se lo preguntasen a un robot que sería el encargado de buscarlos y entregarlos. Los seres humanos de cierta edad geológica, iríamos al cajón del mueble de la izquierda, donde se guardan las camisas y luego al zapatero, a la estantería del medio donde se guardan los zapatos de tonos rojos.

Son dos formas de administración con los que obtener el mismo resultado.

 


 

En esos comentarios del artículo que escribí, se tachaba al titular como un clickbait. Nada más lejos de la realidad. Acudo a Wikipedia para citar su definición de clickbait…para que no digan que me invento las cosas a modo…

"El clickbait (pronunciación en inglés: /ˈklik-ˌbeit/), que ha sido traducido al español como ciberanzuelo, cibercebo,​ cebo de clics​ o anzuelo de clics,​ es un neologismo en inglés usado de forma peyorativa para describir a los contenidos en internet que apuntan a generar ingresos publicitarios usando titulares y miniaturas de maneras sensacionalistas y engañosas para atraer la mayor proporción de clics posibles."

 

En este blog nunca hemos usado clics publicitarios, ni jamás hemos usado sistemas de generación de ingresos por visita…así que ese titular podría calificarse de engañoso, incompleto, sensacionalista…y muchos otros epítetos…pero de ningún modo de clickbait porque no está destinado a generar beneficios económicos de ningún tipo. Ciertamente se seleccionó esa redacción para llamar la atención, para generar curiosidad…esa era su finalidad…esa es la finalidad de la mayoría de titulares en cualquier entorno. El contenido del artículo no es un medio para redireccionar a lugares comerciales (ni no comerciales tampoco) no se usa publicidad ni trata de vender nada…solo informa. Con mayor o menor calidad, mejor o peor redactado, con más o menos datos…pero es un texto informativo…no un engaño para que hagas clics publicitarios. Es posible que tras leerlo, las expectativas de algunos no se hayan visto satisfechas…en ese caso habría que calificar al artículo como un mal artículo…soy capaz de soportar ese tipo de crítica…es parte del show…pero en ningún momento se le puede calificar de un engaño, una mentira o un anzuelo para otros fines diferentes al informativo.

 


 

No suelo ser especialmente educado o políticamente correcto…así que ya en varias ocasiones me han tachado de maleducado y mal hablado e insultante. Es posible que sí…mi nivel de lo políticamente correcto suele ser bajo y el día de la clase de corrección y buenas maneras estaba enfermo y no la tomé, pero es la primera vez que me tachan de mentiroso…y eso si calienta.

 

Les dejo un saludo y si tienen espejito…ahí se ven


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