Joyas de mi cajón de la obsolescencia

 

Muchos de nosotros tenemos en algún lugar uno de esos cajones, cesta, bolsa o estantería con muchos de esos dispositivos que por alguna razón han dejado de formar parte de nuestras vidas diarias. Unos porque se han roto, otros porque se han quedado obsoletos y otros por variados motivos pero que no tiramos al bote de la basura porque creemos que tienen algún valor (inexistente salvo en nuestra mente).


Cuando los dejamos ahí, terminan por convertirse en dispositivos viejos, o sea, basura tecnológica. Pero si somos pacientes y le damos el suficiente tiempo, esa basura se transforma en objetos clásicos. Algunos de ellos es posible que tengan una historia personal atrás y los hace especiales.

Y cuando eso sucede, deshacerse de ellos se transforma en algo complicado porque ya no solo es basura obsoleta, sino que adquieren un valor personal. Se ponen a la altura del anillo de tu abuela, el reloj de tu abuelo, tu primer juguete o la receta de la bisabue.

 

Revisando mi cajón de la obsolescencia, me he encontrado con algunos objetos realmente históricos…la mayoría de principios de siglo y algunos han cumplido con decencia su cometido. Por desgracia no guardé todos los dispositivos que marcaron momentos importantes….pero si una buena cantidad.

Entre todo este arsenal, he seleccionado algunos que se han destacado de alguna forma.

 

Mi primera selección es mi colección de teléfonos Nokia que han pasado por mis manos.

 

 

Entre todos ellos está el que considero el mejor teléfono que jamás haya disfrutado. Destaco los siguientes:

 

Nokia 6120. Era una variante del Nokia 6110 para el mercado norteamericano que terminó vendiéndose en el resto del continente. Salió a la venta en 1998. Era un teléfono grande y pesado, lo que te "obligaba" a llevarlo en una funda al cinturón. Tenía la particularidad de esa pequeña antena del lado derecho. Como todos los Nokia, destacaba por un audio sobresaliente. Un teléfono cumplidor, duro y siempre funcional.

 

 

Nokia 3320, llamado "el indestructible", fue uno de los teléfonos más vendidos del mundo (se calculan al menos 126 millones de unidades vendidas…el título del teléfono más vendido del mundo lo tienen dos Nokia, el 1100 y el 1110, que vendieron cada uno unos 250 millones de unidades…eso en el 2003 y 2005 respectivamente). Era realmente duro…lo soportaba casi todo. Tenía un sonido increíblemente potente (recordemos que hablamos del año 2000). No era muy grande y cabía perfectamente en la mayoría de bolsillos del pantalón, aunque lo habitual era usar una funda de cinturón porque sí era un poco gordo. Se fabricó a medias entre Finlandia y Hungría, cuando la mano de obra barata se encontraba en los "países del este".

 

 

El extraordinario Nokia 6300, puesto a la venta en el lejano 2007. Un teléfono fabricado en Rumanía que destacaba por su pequeño tamaño, construido con carcasa de aluminio y una estética que aun hoy es elegante. Con uno de los mejores sonidos que algún teléfono haya tenido en esa gama media (aunque entonces aun no existía la gama media…simplemente baratos, asequibles y caros). Aunque disponía de una salida miniUSB, este solo transmitía datos para poder conectarlo a un PC, no se usaba para cargar el teléfono. Una de sus curiosidades eran sus luces led en cada lateral que nos indicaban cuando recibíamos un SMS o una llamada. Fue uno de los teléfonos más vendidos del catálogo de Nokia y personalmente el más elegante que he tenido en mis manos.

 

 

Otro Nokia destacable, aunque lo disfruté menos fue el siguiente teléfono que tuve…un fabuloso Nokia 5310 ExpressMusic. Increíblemente pequeño y delgado, ofrecía un soberbio sonido, pero a través de los audífonos…porque en ese mínimo tamaño no había espacio para un altavoz competente. Destacaba, aparte de su tamaño que literalmente escondías en la palma de la mano, una botonera para el control del reproductor de audio. Podías añadirle una tarjeta de memoria para aumentar su capacidad de almacenamiento. Era un fabuloso teléfono y reproductor de MP3.

 

 

Antes del auge de los smartphones, el mejor sistema para tener una oficina móvil era a través de una PDA. Tenían una agenda, acceso a correo electrónico, y muchas otras funciones que ahora vienen como herramientas de segundo nivel en cualquier smartphone. De entre todas, posiblemente la empresa más destacada ha sido PALM.  Cuando los teléfonos inteligentes ya formaron parte de nosotros mayoritariamente, las PDA sufrieron un declive que nunca lograron superar. PALM trató hasta el último segundo de adaptarse y una de sus últimas invenciones fue la serie de PDAs Treo, de las que sacó varios modelos. El último de esta serie fue este PALM Treo Pro 850. Comercializado en el 2009, era un híbrido entre teléfono y PDA. Contaba con Windows Mobile 6.1 Proffesional. Pantalla Touch LCD a color (64 K) de 3.5 pulgadas con resolución 320x320 que se podía usar con un spen integrado y en la trasera disponía de una espeluznante cámara de 2 megapixeles con zoom x8 digital. Una de sus curiosidades era que integraba un teclado físico (lo que hacía que su pantalla fuese tan pequeña…en realidad…todo él era pequeño). A parte de WiFi, disponía de Bluetooth 2 y sonido stereo a través de audífonos. Técnicamente tenía sus cualidades…pero los tiempos se le echaron encima inmisericordemente y cualquier smartphone podía hacer lo que este dispositivo y mucho más cómodamente.

 

 

Otra de las joyas que me he encontrado en mi cajón de la obsolescencia es el gran Diamond Rio PMP300.

El primer reproductor de MP3 que fue un exitazo y un superventas. Salió a la venta en el siglo pasado, en 1998.

Era bonito para la época y realmente grande (más o menos del tamaño de un mazo de cartas), teniendo en cuenta que tan solo disponía de 32 MB de memoria (aunque se podía ampliar con tarjetas de memoria tipo SmartMedia). Eso te daba para una media hora de MP3 a 128 kbit/s.

 

 

Se alimentaba con una pila AA que le dotaba entre 8 y 12 horas de autonomía. La conexión al PC se hacía a través de un cable propietario y un intermediario de puerto paralelo. Recordemos que en esa época, el puerto de la impresora era la mejor forma de conectar dispositivos que requerían cierta calidad de conexión, así que para no dejarte sin conexión a la impresora, algunos dispositivos usaban un conector intermediario que permitía tener la impresora siempre conectada y adicionalmente una conexión para ese dispositivo. En la caja en la que se vendía, traía un CD con el reproductor MusicMatch, que se usaba para administrar tu colección de MP3 y permitía también enviar los temas musicales al Rio.

 

Después de litigios con la RIAA, lanzaron un segundo modelo de carcasa transparente que venía con restricciones para impedir intercambiar temas MP3 sin DRM entre él y una PC. Pero este modelo que les muestro es el primerito y que no tiene esa restricción. Es complicado usarlo actualmente debido a que ya los PC no tienen puertos paralelos y hay que buscar muy bien los drivers adecuados y las tarjetas SmartMedia no son muy populares precisamente, pero aun funciona el cabrón.

 

Uno de los tecnológicos más modernos de mi cajón de la obsolescencia es una lap. Solo tiene 9 años y debería ser considerado un objeto aun productivo, pero a la velocidad que las cosas se quedan obsoletas, 9 años es un gran logro.

Es una Toshiba Satellite C855-17L. Enorme y pesada, pero dura como ella sola. Esta lap tiene tras de sí muchos kilómetros de rodaje. Ha ido de continente a continente sin quejarse, ha soportado calores, fríos, golpes, aguaceros y malos tratos…se le ha pedido mucho más de lo que en principio estaba programada a dar. Lo ha dado todo sin inmutarse hasta que ya no pudo más. Potenciada con un Pentium doble núcleo y 8 GB de Ram, junto con su enorme pantalla de 17 pulgadas, era un monstruo indestructible y estéticamente fea como los pelos del culo. Aunque ya no es funcional, la conservo porque tiene detrás una historia personal que hace que tenga un valor sentimental.

 

 

 Para compensar la "modernidad" del anterior artículo, les muestro ahora un clásico de los de verdad. Una fabulosa cámara web Logitech Quickcam Express de 1999 con su peculiar forma de bola. Con una resolución de imagen de 640x480 no era la mejor (recordemos….es 1999) pero fue una locura superventas. Como ven, está un poco maltratada por la vida, pero es que se le ha dado un uso intensivo. Daba suficiente calidad para el momento. Tengamos en cuenta que en ese entonces la gran mayoría de las conexiones a Internet eran de 56 kbit/s y a través de cable telefónico….así que hacer una videoconferencia por el MSN a esa resolución era un milagro tecnológico. Fue tal su impacto, que aun hoy, los iconos en cualquier interfaz que representan una webcam son de bola como estas Quickcam. Hacerla funcionar hoy en día en un Windows 10 es toda una aventura porque estas cámaras usaban drivers propietarios y son tremendamente difíciles de conseguir y casi seguro incompatibles con los actuales sistemas operativos.

 

 

Rebuscando un poco me he topado con este otro clásico que en su día era caro y casi para élites. Un handheld PC HP Jornada 690e. Lanzado al mercado en 1999, era sucesor del modelo 690 (sin la e). La diferencia con su antecesor era que este último traía un modem integrado de 56 Kbit/s.

Era un poco más grande que un teléfono actual y bastante gordote y pesado. Tenía una pila tipo lap y destacaba porque su forma era similar precisamente a una laptop, con su teclado y pantalla de tapa. Tenía pantalla táctil receptiva a color  de 64K que se manejaba con un pen que se guardaba en un lateral. Su procesador era un Hitachi SH3 a 133 MHz y disponía de 32 Megas de memoria interna RAM y 16 Megas de ROM. Su sistema operativo era un Windows CE 2.11.

Teóricamente podías hacer un poco de todo. Venía con un Office CE, cliente de correo, Internet Explorer CE, Windows media Player y muchas otras aplicaciones de Microsoft adaptadas a ese entorno.

 

 

También tuve una HP Jornada 540 que era un Pocket PC también con Windows CE pero con teclado virtual y del tamaño de un teléfono actual. Por desgracia no lo conservo, pero sigue en mi memoria.

 

 

Al siguiente dispositivo le tengo un especial cariño, una impresora multifunción HP Photosmart C5280 All-in-One.

Salió al mercado en el 2007, así que 13 años tampoco es que la pongan en la categoría de histórica, pero al menos en la de clásico moderno. Aparte de las típicas funciones de impresora a color y escáner, tenía la particularidad de poder imprimir discos de CD/DVD. Y es esa función la que en su día me permitió monetizarla y compensar rápidamente lo invertido en ella.

Los CD aún se usaban con profusión y poder personalizarlos me dio la oportunidad de usarla como negocio. No sé si aún se vendan, pero por entonces había discos que estaban cubiertos de una capa especial que permitía imprimir encima con una de estas impresoras. Aparte de esa función especial, tenía entradas para un montón de tarjetas de memoria y un pequeño panel LCD a color desde el que mostraba una vista previa de las fotos y desde la que hacer ajustes sin necesidad de hacerlo desde el PC. Si le doy un pequeño mantenimiento estoy seguro que aun sería funcional, pero una vez que usas una impresora de tinta continua, ya no quieres regresar a los cartuchos ni en broma y el hecho de poder imprimir discos ya no es una función tan útil hoy en día.

 

 

Seguramente tengo más dispositivos bien viejotes por algún lado, pero esto es lo que me he encontrado últimamente y me han traído buenos recuerdos y solo quise darles un pequeño homenaje. Estoy seguro que ustedes también tienen por ahí escondidos unos cuantos "históricos"…les animo a buscarlos y agradecerles su servicio de alguna forma.

 

Un saludo y nos vemos en otra.


DESCARGA ESTE ARTÍCULO EN PDF

0 comentarios