En Windows tenemos dos claves muy importantes, la clave de instalación y la clave de activación. Ambas son diferentes y tienen objetivos igualmente diferentes.
La Clave de Instalación no siempre se proporciona cuando compramos una copia en DVD o bien cuando compramos un equipo con Windows preinstalado (los famosos Windows OEM). Esto es así porque los propios soportes físicos la traen integrada.
Sin embargo es posible, dependiendo de la versión que estemos instalando (OEM, VL, Retail, etc…), que se nos solicite una clave de instalación. En algunas versiones, se nos permite continuar instalando sin introducir una clave, pero en otras es obligatorio. Para estos últimos casos, La propia Microsoft proporciona las llamadas Claves Genéricas que nos permiten terminar la instalación de Windows.
Debemos aclarar las diferencias entre las claves de instalación y las de activación. Las claves de instalación sirven única y exclusivamente para instalar Windows. No hará que tengamos un Windows activado y tras la instalación se nos advertirá que nuestra copia no está activada y es posible que muchas opciones estén deshabilitadas. Las claves de instalación y en particular las llamadas genéricas son totalmente gratuitas y las proporciona la misma Microsoft. Las Claves de Activación, sin embargo, permiten usar Windows con todas las opciones habilitadas. Son claves de pago y cuando compramos Windows en soporte físico (en caja con DVD, por ejemplo) suele indicarse en la documentación dentro de la caja (la clave de instalación suele proporcionarse fuera de la caja). Si compramos Windows en formato digital, en realidad lo que estamos comprando es la clave de activación, la cual suele ser proporcionada mediante email una vez completada la compra.
Recordemos que Windows es un sistema operativo gratuito y por lo tanto cuando lo compramos en formato digital, lo que pagamos es, como ya dijimos, la clave de activación y cuando lo compramos en formato físico, en caja, normalmente tiene un precio algo superior porque además de pagar por la clave de activación, pagamos el costo del propio soporte físico.
Otra de las diferencias entre estas dos claves es que hay cuatro claves genéricas (hay más, pero solo 4 para versiones domésticas), una por cada versión de Windows (Home, Pro, Enterprise y Education). Son las mismas tanto para Windows 10 como para Windows 11. Sin embargo las claves de activación son únicas para cada equipo, aunque si activamos Windows en otro equipo diferente, la asociación con el primero queda deshabilitada y posiblemente se nos obligue a desinstalar o al menos desactivar el Windows anterior para poder usar esa clave en el nuevo equipo. Por lo tanto, las claves de activación son únicas y las de instalación compartidas por todo el mundo.
Todo este prólogo lo escribo porque me da cosa hacer un artículo son simplemente cuatro líneas.
Así que una vez cumplimentado el protocolo de escribir párrafos con contenido intrascendente, paso ahora sí a dejarles las cuatro claves genéricas de instalación de cada versión de Windows 10/11:
Windows 10/11 Home: TX9XD-98N7V-6WMQ6-BX7FG-H8Q99
Windows 10/11 Pro: VK7JG-NPHTM-C97JM-9MPGT-3V66T
Windows 10/11 Enterprise: NPPR9-FWDCX-D2C8J-H872K-2YT43
Windows 10/11 Education: 6TP4R-GNPTD-KYYHQ-7B7DP-J447Y
Estas claves genéricas son proporcionadas directamente por Microsoft y son totalmente legales y seguras. Se usan para facilitar la instalación de Windows en esos casos en los que el instalador nos obliga a proporcionar una.
Dependiendo de la clave genérica que usemos, se instalará la versión de Windows correspondiente a esa clave.
Sean felices como perdices y no olviden supervitaminarse y mineralizarse.
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