IQOS, tecnología al servicio del fumador

Fumar no es bueno, desde ahora lo digo. No se tome este artículo como un acto de apología del tabaquismo. Fumar es causa de enfermedades serias, mortales en muchísimos casos. Sin embargo, en el mundo somos millones de fumadores asiduos y la gran mayoría no tiene intención de dejar de fumar.



A lo largo de los años, las empresas tabaqueras han estado innovando para crear "el cigarrillo perfecto"…han fracasado. Pero ciertamente hay que reconocer que en general, los cigarrillos actuales son menos dañinos que los de hace décadas…lo cual no quiere decir que no dejen de ser altamente peligrosos y claramente dañinos para la salud. La misma forma en que consumimos tabaco está limitando su evolución y la innovación, aunque con la moderna tecnología es posible que las cosas comiencen a cambiar.

 

El mayor peligro de la combustión de los cigarrillos no es la nicotina, contrariamente a lo que muchos puedan pensar. La nicotina no es el causante de que los pulmones se tornen negros y se tapen los alveolos. Ni es el que deja amarillas las cortinas y las paredes. La nicotina sin embargo es una droga muy tramposa porque es altamente adictiva (está considerada una de las sustancias psicoactivas más adictivas que existen)…ese es realmente su peligrosidad…su alto nivel de adicción. Una vez que entra la nicotina al organismo, este se introduce en la corriente sanguínea y de ahí va al cerebro donde hace maldades con los niveles de dopamina y otras sustancias…todo para que nuestro cerebro quede convencido de que la nicotina nos da satisfacción. Lo primero que hace la nicotina es provocar un estado de calma y satisfacción…en cuanto comienzan a descender sus niveles porque el organismo la va eliminando…crea una sensación de angustia y malestar…y el cerebro nos envía el mensaje de que con una nueva dosis de nicotina volveremos a un estado de calma y satisfacción. Se crea un bucle maligno.

Por cierto, y como curiosidad, la nicotina no solo está presente en la planta del tabaco, sino en otras plantas comunes como la patata, el pimiento, la coliflor, el té negro, la berenjena o el tomate…aunque ciertamente en cantidades marginales.

 

El peligro de la combustión de los cigarrillos son los componentes que se liberan a la hora de producirse la combustión. Al quemarse el tabaco, se libera alquitrán…posiblemente el peor compuesto que se libera en esa combustión junto con el CO2 (monóxido de carbono)…es tan malo que en las cajetillas es precisamente esos datos los que se muestran, junto con el de nicotina. Aparte se liberan otros compuestos en menores niveles como plomo, y unos cuantos más (se calculan unos 6 mil compuestos diferentes de los cuales unos 100 están relacionados con enfermedades cancerígenas). Aunque los niveles son bajos, la ingesta repetida hace que nuestro cuerpo se sature con ellos…y son compuestos muy nocivos para la salud…algunos altamente cancerígenos. Aunque el cuerpo termina por eliminarlos, lo hace muy lentamente…los fumadores asiduos meten al cuerpo esos compuestos más rápido de lo que el cuerpo logra eliminarlos…así que se acumulan cada vez más en el organismo, en especial en los pulmones que es el destino de muchos de ellos.

Lo que hace que las cortinas se amarilleen, es el alquitrán, no la nicotina.

Así, concluimos que la nicotina no es lo realmente peligroso (aparte de su condición de sustancia adictiva).

 

 

Ahora tenemos una situación curiosa. Dependiendo de la temperatura a la que se somete el tabaco, se van liberando más o menos compuestos. Los más dañinos se liberan a las temperaturas más altas.

 

La combustión del tabaco comienza a unos 600º, alcanzando normalmente en la combustión de un cigarrillo los 800º cuando se inhala, y ahí es el momento en el que comienzan los problemas serios…se liberan sustancias altamente nocivas, se generan malos olores, humo y ceniza que todo lo embadurna y alquitrán que nos tapan los pulmones y encochinan ropa, cortinas y paredes.

La nicotina se libera a partir de los aproximadamente a los 250º y se convierte en vapor a los más o menos 350º.

Conociendo estos datos, ¿no sería bueno que pudiésemos fumar cigarrillos que no se quemen, pero que nos aporte el nivel de nicotina que los fumadores "necesitamos"?. Ciertamente no nos libraremos de la farsante nicotina…pero nos libraremos de los otros factores como la ceniza, los olores y los elementos dañinos producto de la combustión.

 

Así pues, algunos fabricantes han estado investigando para crear un sistema donde se caliente el tabaco en vez de quemarlo o de tratar de quitarle componentes dañinos…algo que durante todo este tiempo ha resultado imposible…nadie ha logrado crear tabaco libre de compuestos dañinos.

 

Phillip Morris, la empresa detrás de Marlboro, entre otros, ha hecho uso de la tecnología y ha creado un sistema al que denomina IQOS con el que el tabaco se calienta, no se quema.

IQOS consta de dos dispositivos, por un lado tenemos un stick donde introduciremos los cigarrillos (estos son especiales y luego hablaremos de ellos), y por el otro contamos con un estuche con una o dos baterías recargables que se usará para guardar y recargar el stick.

 

(IQOS model 2, posiblemente el más popular y vendido)

 

Para calentar el cigarrillo, el stick consta de una batería recargable. A esta batería hay conectada una bobina integrada sobre una laminita metálica La corriente se traslada de la bobina a la laminita por inducción, la cual se calienta alcanzando aproximadamente 350º.

El cigarrillo se "clava" en esa laminita y así tenemos en el centro del cigarrillo esa laminita muy caliente. La temperatura es alta, suficiente como para generar vapor de nicotina, pero no lo suficiente como para quemar el tabaco.

 

 

Cuando fumamos con un IQOS, notaremos que expulsamos un poquito de "humo". En realidad no es humo, porque como dijimos, no hay combustión. Es vapor de nicotina mezclado con vapor de agua generado por un poco de glicerina comestible (ahora explicaremos el porqué de esa glicerina). Como vapor, no tiene olor ni sustancias pesadas, con lo que no tendremos olores en la ropa ni en el ambiente. Al ser vapor, y muy poco (no es un vapeador…nada que ver) este se diluye en el ambiente casi al instante. También, al no existir combustión, no se genera ceniza…tan molesta siempre.

 

Normalmente, cada sesión dura entre 4 y 6 minutos (depende del modelo de IQOS que usemos) y entre 14 a 16 caladas…es aproximadamente lo mismo que con un cigarrillo tradicional. Luego comentaré la experiencia de fumar uno de estos cigarrillos.

 

Los cigarrillo son especiales y diseñados para usarse exclusivamente con un IQOS. No sirven para fumarlos de forma tradicional generando combustión, solo funcionan calentándolos con uno de estos dispositivos.

 

 

Son pequeños…el tamaño total es como la mitad del tamaño de un cigarrillo tradicional. Está compuesto por una serie de filtros de diferentes materiales, diseñados unos para eliminar o filtrar los ocasionales componentes que puedan ser expulsados y otros para mantener el sabor del tabaco. Si esos filtros los vemos después de haber fumado uno de esos cigarrillos especiales, veremos que aparecen blancos, sin ese color amarillento que podemos ver en los filtros de los cigarrillos tradicionales. Esa serie de filtros ocupan la mitad del cigarrillo.

La otra mitad es el tabaco en sí. Veremos que la parte ocupada por tabaco es más o menos un tercio de un cigarrillo tradicional. Es tabaco auténtico, muy triturado como en laminitas y muy compactado. Uno de los secretos para que funcione bien y mantenga el sabor a tabaco es que tengan un cierto nivel de humedad. Por eso se le aplica un poco (muy poco) de glicerina comestible sin sabor. Eso permite mantener la humedad y ayuda a mantener el tabaco bien compactado. Esta glicerina comestible es la misma que suele usarse en los vapeadores pero en cantidades ínfimas.

 

 

Como comentábamos antes, al no existir combustión, no se genera ceniza ni humo ni olor. Sí tiene sabor, pero solo para el que lo fuma, no genera olores al exterior. Es posible que tras muchos cigarrillos se te queda algo de olor en las manos…nada que no se quite lavándotelas.

Cuando terminemos de fumar uno, simplemente lo sacamos del stick de calentado y lo tiramos a la basura…no genera los malos olores típicos de las colillas tradicionales…tendrías que metértelo casi en los orificios nasales para olerlo. Y también, al no tener brasas, es altamente seguro y nunca se creará una situación peligrosa como los cigarrillos tradicionales…podemos fumarlos en lugares donde fumar cigarrillos tradicionales sería peligroso, como en zonas o áreas con materiales combustibles, en el bosque seco, etc…

 

Solo hay una marca de cigarrillos para IQOS, se llaman HEETS, fabricados por la misma Phillip Morris, pero hay diferentes aromas, unos con más a sabor de tabaco, otros más suabes…Todos ellos tienen aproximadamente 6 milígramos de nicotina. No se informa de los niveles de alquitrán y CO2…porque como ya dijimos, no se generan.

Los precios de estos cigarrillos son casi el mismo que el de una cajetilla tradicional. El problema es que solo se venden en algunos puntos de venta con los que Phillip Morris tiene acuerdos…normalmente, en los lugares donde se venda Marlboro, podremos encontrar HEETS.

 

 

La sensación de fumar uno de estos cigarrillos no es la misma ni mucho menos que la de fumar un cigarrillo tradicional. Al fumar un cigarrillo tradicional hay ciertas cosas que pasan que se suman a la adicción de la nicotina. Cuando eliminamos todos esos detalles, notamos que algo nos falta para tener una experiencia similar, aun cuando la ingesta de nicotina siga presente.

No notamos ese "golpe" en los pulmones que sí notamos en un cigarrillo tradicional. Cuando fumamos, el humo es algo relacionado que si se elimina…la sensación no es la misma. Incluso, al principio, hacemos el gesto de quitar la ceniza hasta que nos acordamos que en los HEETS no hay ceniza. Simplemente, las rutinas son otras.

El sabor es otro diferenciador. Aunque los HEETS que yo uso son los más fuertes de sabor, no tienen ese sabor a tabaco que tenemos en un cigarrillo tradicional. A mí personalmente no me resulta desagradable…pero no obtienes el sabor típico a tabaco de los cigarrillos tradicionales, posiblemente porque esos otros componentes son los que le dan cuerpo y cuando no están presentes…no hay cuerpo.

Normalmente, un cigarrillo tradicional ofrece unos 12 milígramos de nicotina. Los HEETS tienen unos 6 milígramos, con lo que habitualmente fumaremos el doble para obtener esos 12 milígramos a los que nuestro cerebro se ha acostumbrado.

Algunos usuarios de estos dispositivos que ya solo fuman principalmente con IQOS, me han comentado que con el tiempo se han acostumbrado a esos 6 mgs. Y ya fuman menos HEETS que al principio.

 

 

Uno de los problemas, o más bien, inconveniente o molestia, de los IQOS de las primeras generaciones es la duración de las baterías y la limpieza regular que hay que hacerle al stick. En esas primeras versiones, el stick daba para fumar un solo HEETS, con lo cual había que recargarlo en su funda y esperar unos 10 minutos a que se recargarse. La funda nos da para unas 10 recargas más o menos.

Por la forma de conectar el HEETS al stick, es habitual que un poco de tabaco se caiga dentro del stick y termine por crear carbonilla, así que hay que limpiarlo con un cepillo especial (viene en el kit al comprarlo) y con unos bastoncillos cada semana o dos semanas, dependiendo del uso.

 

 

Debido a la buena acogida (relativa) de los IQOS entre muchos fumadores, se han desarrollado nuevos modelos con algunos cambios interesantes para los que usamos uno de estos cacharritos.

A esta nueva serie la han denominado IQOS ILUMA, lanzando tres modelos diferentes.

Los cambios, comunes en los tres nuevos modelos, es la estética. Los tres son agradables y elegantes a la vista…pero para gustos colores. Cada uno de los tres tiene una estética diferente.

 

 

El modelo más económico es un "todo en uno", tanto el stick como el cargador o funda de los anteriores están integrados en un solo dispositivo, ofreciendo hasta 20 sesiones antes de tener que cargarlo nuevamente.

El modelo intermedio es estéticamente diferente, ya con la funda y el stick separados. El stick ofrece 2 sesiones antes de tener que recargarlo, y la funda da unas 20 recargas del stick. El modelo premium es muy similar al intermedio pero su estética es más refinada, el estuche tiene tapa de cuero, pero la funcionalidad es la misma que el modelo intermedio.

En todos ellos, vemos que la capacidad de las baterías ha aumentado sensiblemente.

 

Pero el gran cambio es la forma de calentar el cigarrillo. Sigue usando el mismo sistema de calentamiento por inducción, pero en esta ocasión, la laminita que se calienta ya no está en el stick, sino en el mismo cigarrillo, el cual ahora es como una cápsula cerrada y no puede caerse el tabaco en el interior del stick y la bobina que está conectada a la batería está en el mismo stick, rodeando el cigarrillo. Esto tiene la ventaja de que estos nuevos modelos ya no necesitan limpiarse, algo que muchos usuarios agradecemos sobremanera.

 

Al ser un tipo de cigarrillo diferente, los HEETS de versiones anteriores no sirven para los nuevos modelos ILUMA. Los nuevos cigarrillos, identificados como TEREA, tampoco sirven para los modelos anteriores de IQOS.

No hay diferencias en cuanto a su funcionamiento general…se calientan con la misma tecnología, aunque su fabricación es diferente.

Los precios de estos nuevos TEREA son los mismos que el de los HEETS e igualmente los encontramos en diferentes aromas.

 

 

Aún no he tenido la oportunidad de probar estos nuevos IQOS ILUMA, pero de seguro será el siguiente dispositivo que compre.

 

Los estudios en cuanto al impacto para la salud de esta nueva forma de fumar son muchos y muy serios, combinando laboratorios independientes y en diferentes países. En todos ellos se ha determinado que fumar de esta forma se reduce en un 95% el nivel de componentes dañinos absorbidos por el organismo…aunque no evita que se trague nicotina. Este es un dato que tanto los laboratorios y la misma Phillip Morris informan en todos lados. No es un producto libre de riesgos. Que tenga una reducción del  95% de menos contaminantes no significa que el riesgo para la salud sea un 95% menos. Este es un producto del tabaco y contiene nicotina, la cual no puede evitar ser expulsada en el proceso de calentamiento.

 

No es un producto para dejar de fumar, y eso lo dejan muy claro y con esas letras, el hecho de haber nicotina en la ecuación no lo hace ser un producto para ese fin. Está diseñado para adultos fumadores y que no piensan dejar de fumar…tan solo se ofrece como una alternativa menos dañina a los cigarrillos que se consumen con el método tradicional de quemado del tabaco.

 

Si abrimos uno de estos dispositivos, podemos ver que hay mucha tecnología y calidad en ellos. Posiblemente el precio de estos dispositivos no alcanzan para compensar el costo de fabricación…lo que es negocio para Phillip Morris no son los dispositivos, sino los cigarrillos. El IQOS lo compras una vez y no lo repones rápido…son altamente seguros y muy muy duraderos…en lo que si gastas continuamente es en los cigarrillos y ahí es donde está realmente el negocio.

 

Personalmente uso desde hace mucho tiempo un IQOS de generaciones anteriores (un model 2.4) en muchas circunstancias. No han evitado que siga fumando cigarrillos tradicionales en mi vida diaria. Pero me son muy útiles en muchos casos. Los he usado en habitaciones de hoteles donde no está permitido fumar, baños públicos….hasta en el baño de un avión y en la casa de gente que no fuma…nunca se han enterado que fumé…no quedan restos ni pruebas de nada. Otros escenarios donde me han resultado tremendamente útiles es a la hora de fumar en salidas al campo, donde usar cigarrillos tradicionales es muy peligroso al haber combustión de por medio. Igualmente en reuniones en lugares libres de humo de tabaco o con gente no fumadora y el usar uno de estos no representa problemas. Al principio te miran feo…no se lo creen…pero una vez que te has fumado uno o dos de estos cigarrillos y ven que no hay olores, ni humo, ni ceniza….como que te dejan en paz e incluso hasta se interesan por este dispositivo. Debemos tener muy en cuenta que no está permitido fumar con in IQOS en los lugares donde está prohibido fumar cigarrillos tradicionales. En todos los países donde se venden, se han clasificado en la misma categoría del tabaco y al mismo nivel del cigarrillo de siempre.

   

Buena parte del rechazo por parte de los no fumadores es porque…al margen de tener en mente el cigarrillo tradicional, se creen que es un vapeador, el cual causa una serie de molestias….el vapor que generan, aunque se disuelva en el ambiente rápidamente, no es visualmente agradable para los no fumadores…y genera olores, que si bien no son tan asquerosos como los generados por el tabaco…a muchos no les resulta agradable.

 

Por eso se asombran cuando comprueban que efectivamente…los IQOS no son vapeadores ni causan impacto en el ambiente.

 

Hay otros fabricantes como la British American Tobacco, fabricantes de Lucky Strike y Pall Mall, que han lanzado dispositivos similares y la Japan Tobacco International, fabricantes de Camel y Winston también ha lanzado otro dispositivo de tabaco sin combustión. La diferencias está en que en los IQOS el calentamiento se produce en el interior del cigarrillo y los otros dos, desde afuera. De todas formas, es el IQOS el que está comandando el mercado de estos dispositivos de tabaco sin combustión, está disponible en casi todo el mundo y tiene un trabajo de márquetin ya bien desarrollado, mientras que los otros vienen desde atrás y aún no están disponibles en muchos países.

 

Repito que fumar es fuchi caca.  Nada saludable, pero los que ya fumamos buscamos una alternativa menos dañina porque seamos sinceros….muchos fumadores no queremos dejar de fumar y punto, y estos dispositivos se presentan como una alternativa viable para muchas circunstancias donde fumar cigarrillos con combustión representa un problema y al final resultan mucho menos nocivos para nuestra salud.

 

Sin otro particular que atender…les dejo un saludo

Sean felices como lombrices.

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